Padres de niños fallecidos en la guardería ABC dan gracias a quienes les han dado su apoyo.

Por José Luis Jara / Dossier Político

Sábado por la tarde, día en que los padres de los niños que fallecieron en la guardería ABC lo dedicaron a dar gracias.

Dieron las gracias a los que gastaron suela en las marchas que han convocado a raíz de que ocurrió la tragedia el 5 de junio pasado. Gracias a los que accionaron su claxon en señal de solidaridad... y a los que hicieron sonar las campanas en las iglesias en recuerdo de los pequeños mártires de Hermosillo.

Dieron las gracias a los medios de comunicación, sobre todo a los que se atrevieron a publicar los hechos tal y como sucedieron, a los que les dieron la voz y difundieron su palabra en un contexto de contienda política electoral.

Fue un día de gracias donde la colectividad de creadores participó con obras trabajadas en honor a las pequeñas criaturas. Canciones que se entonaron con la guitarra de Jorge Gámez, la creación de Humberto Ruiz, el grupo bola de ruido, los representantes del Movimiento por la Justicia 5 de Junio y sobre todo los padres de los niños.

Un grupo de capoeira se encargó de abrir el programa. Luego la vocera del movimiento 5 de junio, la profesora Catalina Soto anunció la noticia de que pedía el relevo en esta responsabilidad, por el trabajo que debe cumplir en la universidad de Sonora, como maestra y como presidenta de la comisión alternativa de derechos humanos, donde ella resultó elegida en un proceso de elección entre la comunidad universitaria.

Y entre actuaciones de los grupos, los padres de niños fallecidos, dieron su testimonio. Patricia, acompañada de Francisco, su esposo, confesó que el 5 de junio perdieron todo, sus proyectos de vida, las ilusiones que crearon en torno a la vida de Andrés, su hijo de tres años, porque ese día falleció su hijo en el incendio de la guardería.

Primero –abundó- fueron días en que no me encontraba, ni en mi casa, ni en mi cama. No quería saber nada de esta vida, de tal suerte que muchas veces pasó por mi mente quitarme la vida. Si no hubiese estado a mi lado en esos momentos Francisco, no estuviera platicando con ustedes, dijo la señora.

La muerte de su pequeño Andrés, el sufrimiento de los niños que estaban hospitalizados y todo lo que pasaron fueron las manos que le abrieron la ventana para mirar la realidad. Entonces, dijo, ese 5 de junio nos cambió la vida porque nos dimos cuenta realmente qué es México, qué es Sonora.

Salimos a buscar justicia, convocamos a marchas y ahí nos dimos cuenta del cariño de la gente.

Francisco, esposo de Patricia, dijo: “queremos darle sentido a la muerte de nuestro hijo. La tragedia tiene que traer beneficios para otros. Tiene que haber cambios radicales en Sonora y en México. Tenemos que alzar la voz porque nosotros somos México.

Catalina Soto recordó que por la tragedia convocaron a ciudadanos para buscar estrategias para romper el silencio sobre esta atrocidad, para exigir justicia y castigo ejemplar.

Enfrentaron un contexto de contienda electoral y en esa coyuntura no se permitió propaganda ajena a la causa. Y la respuesta de la gente nos dio la pauta para denominar a la agrupación.
La integración de los padres a este movimiento ha sido gradual, en la medida de que enfrentan el dolor. Los padres se han organizado y ellos han marcado la pauta del movimiento de justicia.

Dijo que asumió la responsabilidad de representante y vocera del movimiento, a fin de concluir la etapa de organización.

Sin embargo, dijo que estas funciones deberán ser reasignadas porque ella debe de cumplir con sus responsabilidades como maestra de la Universidad de Sonora y presidenta de la Comisión Alternativa de Derechos Humanos en esta casa de estudios.