miércoles, 19 de agosto de 2009

Poesia de Alejandro Aguilar , antropologo del INAH Sonora sobre guarderia ABC



Flores del fuego


A la memoria de cuarenta y nueve sueños robados


Sombras de codicia
juegan con la esperanza y el futuro.
Sombras de avaricia y corrupción
juegan con la vida
Abrigan tiernas sonrisas
entre sucios mantos de mentiras.
¡Que vengan los niños!
¡Crezcan aquí!
Graznan como aves de mal agüero
Extienden sus brazos, cuidando las formas,
palmean espaldas, reparten lisonjas
diciendo mentiras...
¡Vengan los chiquitos!
¡Vengan esos nenes!
Graznan impasibles
¡Sueñen aquí,
duerman acá!
¡Canten con nosotros,
aprendan los primeros pasos de la vida
fuera de casa!
¡Aquí hay bonitos colores
y caritas felices colgando de los muros!
Los niños del fuego duermen, juegan,
cantan y sueñan, mientras las promesas aguantan
y el incendio despierta.
El humo se levanta
y escupe lenguas de fuego
que arde y arde y arde,
que mata y quema.
Llueve en el desierto,
Llueve en el alma,
llueve fuego
que llueve muerte
y llueve dolor,
como llueven lágrimas.
El fuego inunda todo
y todos morimos un poquito con ellos,
que murieron casi solos.
No somos nada ni nadie
para ese dolor
que arde día y noche.
Salimos a la calle
para decir a esos padres que lloran,
que no están solos,
tal vez para no sentirnos tan solos,
tan inútiles ante el dolor
que nunca podremos calmar.
Salimos a la calle
con la trémula voz de una madre
que nos dice:
¡Yo no los perdono!
¡Yo nunca los podré perdonar!
Algo nos duele en el pecho
pero decimos:
No están solos,
no estamos solos...
Sabemos ahora
con dolor en el alma
que no debieron morir,
pero que su muerte
no la ahogará el olvido
ni el temor al silencio.
Los señores que se creen en el cielo
huyen, se ocultan, duermen, descansan
ensayan uno y los mil pretextos
para no encarar la realidad.
Los niños del fuego encienden nuestras almas
y el corazón de la gente sale a las calles
andando y andando
bajo el sol del verano
que sucumbe ante nuestros pasos.


En defensa de los gusanos


En esta, nuestra triste ciudad,
el dolor de la muerte de muchos niños,
nos ha hecho salir a las calles.
Trampas, transas, triquiñuelas
y mañosadas de los que se creen poderosos
orquestaron este cruel incendio.
El dolor de los padres
y el coraje de la gente
nos llevó a las calles.
Vamos todos en silencio,
nos pidieron
y caminamos casi en silencio.
Vengan de blanco,
porten banderas,
vengan todos los que puedan.
Así lo hicimos con dolor y tristeza,
así lo hicimos con amor y coraje.
¿Quiénes son estos gusanos?
Dijo airadamente el gerente general
de esta empresa tan Sonora y tan mal querida.
¿Cómo se atreven a sacar partido
de estos momentos tan dolidos?
¿Qué reclaman estos gusanos,
si la del negocio es prima del mero-mero?
Si van a tirar piedras, primero las tiro yo
y luego averiguamos, decía,
desmontándose de su macho.
Yo no s mucho de estos asuntos,
pero de los gusanos sé
que dan seda
y que sin ellos
algunos quesos serían otra cosa.
De los gusanos sé también
que limpian la tierra,
y que por lo general no molestan a nadie,
no persiguen a nadie
y no ladran, ni muerden... tal vez.
Pero también sé
y eso quiero decirles
que si salimos a las calles no es porque
defendamos los derechos de los gusanos,
sino los derechos humanos.
Derecho de haber nacido
de crecer en paz y armonía
de amar y ser amados,
derecho de vivir,
derecho de vivir,
de existir y seguir viviendo.
Esto lo digo a título muy personal,
no me da miedo que me digan gusano,
siempre será preferible que nos digan gusanos
y vivir con las manos limpias y la frente en alto,
que no ser nada, mentirle a la gente,
sin afrontar la muerte de esos niños
y aún tratar de llevarse todo lo que se pueda
entre sus patas...
Por si todo esto fuera poco
que por supuesto no lo es,
este mismo gerente y político
viene a decirnos
que todo esto
a él no le preocupa
que duerme como bebé
y es de sueño pesado.
Será por supuesto
porque duerme en pañales,
para no ahogarse de sí mismo
y como todos sabemos
él si se chupa el dedo
cuando cree que duerme en paz

Juan Carlos:53


Ha muerto otro niño
de los que sufrieron
el incendio aquel día 5 de junio
La suerte o el destino
lo libraron de morir
entre las llamas
Como Ximena
aguantó varios días en un hospital
luchando entre la vida y la muerte
Ella en Guadalajara
y él en Sacramento
sufriendo cada día
Sufriendo por dentro
y sufriendo por fuera
rodeados de amor
y sufrimiento
Finalmente
la muerte los venció
y sus pequeños cuerpos
pudieron al fin descansar
¿Cómo saber
qué sintieron cada día?
¿Cómo entender ese dolor
que muerde por dentro
y arranca por fuera?
Esa extrañeza del propio cuerpo
dañado por el fuego
herido de dolor punzante
Esa horrible duermevela
a base de sedantes
y compuestos químicos
No entendemos
no podemos entenderlo
no podemos sentir ese dolor
Pero sentimos el coraje
sentimos apenas una parte
de esa inmensa tristeza
Por eso no debemos olvidar
a ninguno de los niños
que murieron en el incendio
a ninguno de los que aun luchan
A ninguno de todos aquellos
que llevarán en el cuerpo y en el alma
el dolor y el horror de aquel día
Que unos pretenden olvidar
que otros quieren ignorar
y del que algunos quieren escapar
Tantos días de dolor
no se pagan con nada
no se pagan con nada
Esperamos la justicia
y exigimos la verdad
pedimos que se cumplan las leyes
que actúen jueces y tribunales
Pero el dolor no lo podemos borrar
pero el dolor lo podremos borrar

El flautista de Hamelin y el chapo de Sonora


¿Quién no conoce ahora
la historia del flautista de Hamelin?
Se trata de una antigua leyenda germana
que surge por los años de 1200
En un lejano pueblo alemán
las ratas malsanas establecen su hogar
El pueblo desespera de tantas ratas
y reclama a la autoridad que no hace nada
Sonriente y prometedor
aquel alcalde se dice amigo de todos
y promete acabar con las ratas
pero no hace nada
Ante tanta angustia
aparece un misterioso flautista
que promete con su instrumento
acabar con la plaga
¡Mil coronas pidió en recompensa
si cumplía su cometido
Tocó su flauta el flautista
y embelesadas las ratas
tras él corrieron
para terminar ahogadas
Quiso el músico y mago
cobrar su recompensa
pero sólo obtiene un dispensa
nada tenemos en las arcas
Enojado por la ofensa
el flautista sopla de nueva cuenta
ahora su música
captura otra presa
Todos los niños
por él fueron seducidos
y tras su música y sus pasos
todos desaparecieron
para congoja de sus padres
que confiaron en su alcalde
y en las otras autoridades
Dice la leyenda que el flautista
era más bien alto
y de traje muy colorido
prometió acabar con las ratas
y se cobró con los niños
Ahora tan sólo pienso y me pregunto
¿En qué se parecen el flautista de Hamelin
y el Chapo de Sonora?
Ambos dijeron ser nuestros amigos
y nos hablaron cual hermanos
Del flautista dicen que era alto
y el Chapo, pues es chapo
(y asegura dormir cual bebé en su cuna)
Los dos prometieron acabar con las ratas
pero aquí las ratas no se han terminado
El flautista no era alcalde
y el Chapo resultó ser gerente
y en realidad no muy buena gente
El flautista se llevó a los niños
y el Chapo se lavó las manos
Del flautista no se supo nada nunca más
y del Chapo esperamos lo mismo...
luego de que tome chocolate
y pague lo que debe,
como dice el cha-cha-cha
5 de agosto, a dos meses de la tragedia de la Guardería ABC,
con la muerte de 49 inocentes.

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