martes, 21 de julio de 2009

Del News Divine a la ABC


Leopoldo Mendívil



En la foto: Ministro Ortíz Mayogoitia presidente SCJN


Bien sabe usted que el ciudadano común no distingue entre senadores y diputados y, de éstos, entre federales o locales como entre procuradurías de justicia y otras instancias, hasta que surge un conflicto entre alguno de estos rangos, niveles o ámbitos de autoridad pero no logra explicarse por qué sí hacen lo mismo.


Lo que sí conoce con generalmente buena precisión son los comunes denominadores de todas ellas:Ineficiencia, corrupción e impunidad.


De nuevo el caso Martí vino a corroborar esos comunes denominadores que la ciudadanía no deja de reprocharle a sus gobiernos:El viernes pasado, después de que la Secretaría de Seguridad Pública federal anunciara tener en sus manos al verdadero asesino —confeso, incluso— del crimen de Fernando Martí, otro escándalo se le derramó como atole hirviendo a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y por delante, como es natural, a su titular, y una burlesca frase cundió por todos los rumbos de la ciudad:“Oiga, procu, ¿pos qué no era El Apá..?”


Y con la frase circuló de nuevo la gravísima duda en torno a cuántos inocentes reales habrá en las cárceles de todo el país, acusados de delitos que no cometieron.... Y cuántos culpables reales se pavonean en libertad; unos por influyentes y otros por la crónica ineficiencia que hermana a nuestras instancias y a nuestras autoridades penales.


En este sentido, ministro presidente Ortiz Mayagoitia, ¿qué diferencias —de fondo, no de forma— pueden existir entre el caso del antro News Divine capitalino y la guardería infantil ABC de Hermosillo, Sonora, pasando por el caso Martí y cuántos y cuántos más?


Entre el antro y la guardería la similitud más notable es que los altos funcionarios involucrados en el primero caracolearon para evadir sus responsabilidades; y lo lograron, están libres y todavía los ciudadanos, principalmente los deudos de las víctimas, seguimos sin conocer a un solo culpable real porque los escogidos para chivos expiatorios siguen defendiendo su presunta inocencia.


Y respecto de la guardería, además de las tardías acusaciones, órdenes de aprehensión y ceses de funcionarios de segundos rangos, el caracoleo de los importantes continúa a la espera de que el caso se enfríe y se cumpla una vez más la norma no escrita de que la ley sí que distingue entre un humano común y un miembro del Olimpo político...


Y pasa un caso así, y viene otro, y se va también, pero nada ocurre para atajar este maldito círculo vicioso que carcome a las instituciones de justicia y a la confianza de la sociedad en ellas.


¿Qué se debe hacer para acabar con los vicios que alimentan a este círculo, la ineficiencia, la corrupción y la impunidad? No encuentro a nadie más apto y quizá más responsable que usted para darle a la sociedad una respuesta, supuesto que la misión suprema de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es velar por la constitucionalidad de las leyes y nada la afecta más que la inmoralidad y la nula ética, en todas sus facetas, de quienes distorsionan el espíritu de aquéllas.


Dos de los tres casos que por su nombre he citado involucran a la autoridad responsable de procurar justicia para los habitantes de la capital del país, pero no fue esta coincidencia un propósito de mi parte. Tenga usted la seguridad de que cualquier ciudadano los citaría por igual porque se prestan, simplemente, como casos de estudio académico o de crítica común.


¿Qué sucedió con Joel Ortega, el secretario de Seguridad Pública del gobierno capitalino? Pues que siendo amigo y compañero de experiencias políticas del jefe de Gobierno capitalino, fue convocado a renunciar para asegurarle la impunidad?¿Qué sucede con los principales responsables de la ineficiencia que provocó la tragedia inmensa de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora? Que sus jefes, en ambos ámbitos —el federal y el local— son los jefes ejecutivos...


¿Y qué hermana al News Divine con la guardería ABC y el caso Martí? Los tres denominadores comunes de la imposibilidad que el país sufre de confiar en la responsabilidad esencial del Estado mexicano de dar seguridad integral a cada uno de sus ciudadanos.


Y esto es algo que demanda una interpretación y el apuntamiento de una solución apegados, ambos, a los dictados de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Como consecuencia, no tenemos los mexicanos instancia más adecuada que la Suprema Corte de Justicia de la Nación si efectivamente es la institución responsable de velar por la constitucionalidad y, me permito agregar, el estricto cumplimiento de las leyes.Sé que está de vacaciones por ley, ministro presidente Ortiz Mayagoitia, así que tendré paciencia para esperar hasta que regrese de su descanso legal.


Que las disfrute mucho...



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