La comparecencia de Daniel Karam ante el Senado de la República es un cuento de horror: monstruos, brujas, duendes perversos y caníbales confabulados contra nuestros niños.
¿A quién le importan los niños en este país? No deberíamos perder la capacidad de indignarnos y de horrorizarnos, aunque todo parece estar hecho para adormecer nuestra sensibilidad y sumirnos en la apatía.
Por supuesto que deben investigarse las listas reales de los beneficiarios del abandono de la responsabilidad del Estado con los niños, así como insistir en el castigo a los criminales de la guardería ABC. Pero tenemos que ir más allá.
Tenemos que acusar a Fox y Calderón por convertir su responsabilidad en una oportunidad de negocio abusivo de poderosos contra mujeres trabajadoras y sus niños. Debemos detener la subrogación del servicio de guarderías. Tenemos que acusar a los gobiernos de Fox y de Calderón por privatizar este servicio que ha dejado sin garantías individuales a nuestros niños. ¿Por qué no mejor reducen el presupuesto federal recortando los millonarios sueldos de los funcionarios y eliminando bonos y vales para los mejor pagados, en vez de querer ahorrar en los niños, que son la única verdadera inversión para el futuro de México?
Tenemos que exigir al Estado políticas de protección y promoción para la infancia; el cumplimiento real de los mandatos constitucionales y del cumplimiento con la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, que firmó en 1990 en la ONU. No más gente ineficiente y oportunista a cargo de la vida de nuestros niños. Y como ya dijo alguien: si no saben, si no pueden o si no quieren, que renuncien.
Andrea Bárcena. Cemedin. Centro Mexicano para los Derechos de la Infancia
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